Al igual que las formas planas, podemos hacer que distintos
volúmenes se interrelacionen entre sí. Normalmente, en nuestro entorno abundan
los volúmenes que comparten el espacio entre ellos, y que influyen y dependen
unos de otros. Podemos diferenciar varias maneras de interrelación de los
volúmenes: en cuanto a su forma y en cuanto a su posicionamiento.
1. En cuanto a su
forma: los cuerpos geométricos pueden ser distintos, iguales, semejantes,
simétricos o asimétricos.
- Igualdad: dos volúmenes
son iguales cuando coinciden en todas sus
características y propiedades, como el orden de sus formas, el tamaño, la
apariencia y están hechos de la misma materia. Se podría decir que dos
volúmenes iguales, solo se diferenciarían por ocupar un lugar distinto en el
espacio, y coincidirían en todo lo demás. Si no coinciden en todas estas
características, serían volúmenes distintos.
- Semejanza: dos volúmenes
son semejantes cuando las formas son iguales, pero
varían en su tamaño. Se dice entonces que son proporcionales. Dos figuras
semejantes pueden tener un color distinto o pueden ser de materia distinta,
pero serían semejantes si las formas son las mismas a distinta escala.
Simetría: uno o varios
volúmenes pueden ser simétricos o asimétricos.
Para que se produzca simetría debe darse una correspondencia punto a punto
respecto a un plano, una recta o un punto. Los cuerpos o composiciones que no
cumplen las condiciones de simetría se dicen que son asimétricas. Así pues, las
simetrías en el espacio serán:
Simetría bilateral
en el espacio: el volumen o los volúmenes son simétricos en cuanto a un plano.
Simetría axial en
el espacio: una recta actúa como el eje de simetría.
Simetría central en
el espacio: un punto es el centro de simetría.
2. En cuanto a su posicionamiento: La posición de un objeto
con respecto a otro determina el resultado del conjunto. Dos o más objetos
pueden adoptar distintas posiciones, condicionando la estructura general de una
obra artística.
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